Las calderas de biomasa es una de las alternativas más ecológicas y eficientes para tener calefacción y agua caliente en casa. La biomasa es una fuente de energía renovable que además tiene un balance neutro de emisiones de CO2. Por otra parte el consumo medio es inferior al de otras alternativas, por lo que permite reducir el consumo de energía eléctrica.

¿Qué son las calderas de biomasa?

Las calderas de biomasa es una de las alternativas más ecológicas y eficientes para tener calefacción y agua caliente en casa. La biomasa es una fuente de energía renovable que además tiene un balance neutro de emisiones de CO2. Por otra parte el consumo medio es inferior al de otras alternativas, por lo que permite reducir el consumo de energía eléctrica.

La biomasa está formada por el conjunto de combustibles que provienen de desechos naturales y orgánicos.

Su funcionamiento se basa en generar calor aprovechando la energía que produce la quema del combustible. La energía térmica se transfiere al circuito de aire o de agua y se distribuye a través del aire, radiadores, suelo radiante y los propios grifos de agua.

Tipos de combustibles para calderas de biomasa

  1. Leña. La energía que producen las calderas que se alimentan de leña depende del tipo de madera y de sus características. Es uno de los combustibles más económicos. Existen calderas que funcionan únicamente con leña y otras que pueden funcionar con leña, con astillas o con pellets.
  2. Pellets. Son piezas de madera cilíndricas que surgen de la compactación de serrín y restos de poda procedentes de residuos agroindustriales. Puede degradarse con la humedad, por lo que es necesario almacenarlo en lugares secos y sin humedad.
  3. Briquetas. Son cilindros de madera más grandes que los pellets. Proceden habitualmente de virutas de aserraderos. Es un material de alta densidad, poco húmedo y con un poder calorífico medio. Al igual que el pellet, apenas deja restos de ceniza en la combustión.
  4. Astillas. Pequeños trozos de madera que cuentan con un poder calorífico alto, pero es cierto que la calidad y poder calorífico de las astillas varía en función de la madera de la que proceden, los sistemas de recogida y los procesos de transformación y astillado. La quema de este combustible produce ceniza, por lo que la limpieza y el mantenimiento de las calderas que se alimentan con astillas es mayor.
  5. Cáscaras de frutos secos. Las más habituales son las cáscaras de almendras o pistachos y los huesos de aceituna. Este tipo de combustible procede de los restos de las industrias agroalimentarias. Es habitual reducir el grado de humedad de este combustible mediante procesos de secado para aumentar su poder calorífico. Por lo general es un combustible económico y de buena calidad. La desventaja de este combustible es que necesita un espacio de almacenamiento medio y las condiciones de conservación óptimas para cada uno de ellos.

Tipos de calderas biomasa

Tipos de calderas según las opciones de combustible

Tipos de calderas según el grado de humedad del combustible.

Ventajas e inconvenientes de las calderas de biomasa

Ventajas de las calderas de biomasa

Inconvenientes de las calderas de biomasa

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