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Los inodoros suspendidos están de moda. Es cada vez más común ver este elemento en un aseo, ya sea en una casa, en un establecimiento, en revistas de diseño y decoración, en internet y en las tiendas.
Parece que un mueble o sanitario suspendido siempre eleva el estilo de un sitio. Y es que son agradables a la vista, transmiten una sensación de ligereza y diseño en cualquier ambiente. Pero a la hora de pensar en colocarlos en nuestra casa nos echan para atrás.
En cuanto a características funcionales no hay diferencias determinantes frente a otros tipos de inodoros. Por eso vamos a hablar sobre todo de los aspectos que se refieren al estilo, las oportunidades que ofrecen y a derribar algunos mitos y miedos sobre ellos.
¿Por qué son una buena elección los inodoros suspendidos?
Los sanitarios suspendidos son un tipo de inodoro que se caracteriza por estar anclado únicamente a la pared. Lo único que se ve es la taza ya que no tiene pie y la cisterna queda empotrada en la pared.
Los materiales de fabricación, al igual que en el resto de elementos del baño, son variados. El más habitual es la porcelana. Respecto al precio existen distintas opciones en función del material, el fabricante y el diseño del inodoro.
La característica principal es que aportan una gran ligereza visual a la composición del cuarto de aseo. El diseño surgió enfocado a ambientes selectos. Por esta razón se relacionan con la exclusividad, pero a día de hoy la realidad es ya existen modelos tan variados que están al alcance de cualquiera.
El uso de sanitarios suspendidos está en auge porque tienen un diseño estético. Ofrecen una gran flexibilidad al diseñar tu baño. Aportan ligereza y amplitud, cosa que los convierte en una pieza deseable para los baños de hoy en día, que cuentan cada vez con más elementos y accesorios. Además permiten una limpieza rápida y eficaz y son fácilmente combinables en cualquier cuarto de baño.
Ventajas que aportan al baño
Existen distintos estilos y diseños muy variados, pero todos comparten ciertas características.
- Ligereza visual. Los inodoros y bidets suspendidos son piezas muy ligeras a nivel visual. Además aportan sensación de amplitud al conjunto. Su presencia en el baño disminuye notablemente por la ausencia del pie y la cisterna. Gracias a que no son aparatosos, puedas centrar la atención visual en otros elementos del cuarto de aseo que quieras destacar. Juega con las formas, los materiales y los colores para crear el ambiente que quieres.
- Facilidad de limpieza. Se puede acceder fácilmente a la parte inferior, cosa que ayuda a limpiar sin esfuerzo debajo de las piezas suspendidas. De esta forma se evitan los rincones poco accesibles y la suciedad en juntas, que son difíciles de limpiar. En su lugar, deja paso a una limpieza rápida y sencilla.
- Adaptabilidad. Se adaptan a los ambientes y a las personas. Son ya un producto habitual, por lo que existe una amplia gama de modelos que permiten combinar con cualquier estilo. Puedes adaptarlos en distintos ambientes. Además, puesto que van empotrados a la pared, se pueden colocar a la altura deseada.
- Reducción de ruido. La cisterna escondida en la pared es un aspecto fundamental para reinventar el diseño. Pero a la vez constituye una ventaja práctica. hace menos ruido al estar aislada por un muro.
Inconvenientes para un cuarto de aseo
- Disminución de espacio. Se requiere más espacio para la instalación de un sanitario suspendido que para la de uno tradicional. Es necesario un muro tras el que se instala la cisterna con todos los elementos necesarios para un funcionamiento correcto. La cisterna puede ocupar entre 15 y 20 cm más o menos y se puede ubicar en el propio baño o en la habitación contigua, donde menos problemas te suponga.
- Instalación más complicada. La instalación de este tipo de sanitarios es más complicada. Esto junto al hecho de tener que construir un muro para que no se vea, supone un aumento del coste.
No descartes los inodoros suspendidos por miedo
Hay que aclarar algunas creencias negativas sobre los inodoros suspendidos. Una característica que en principio no constituye una ventaja puede acabar no siendo tan mala. Si estás pensando en incorporar un inodoro suspendido en tu cuarto de aseo pero aún no lo tienes claro, lee estas anotaciones.
La reducción de espacio a consecuencia de tener que empotrar la cisterna puede ser una nueva oportunidad de diseño. Dale el uso que quieras al muro. Puedes hacer una repisa encima del inodoro para colocar artículos del baño o simplemente decoración. También puedes alargarla a la pared entera. Otra opción es empotrar la cisterna en un armario, ya sea de obra o adaptado. Todas estas propuestas buscan un modo de recuperar el espacio de forma práctica.
Otra de las sensaciones más extendidas respecto a la instalación de inodoros suspendidos es el miedo a que se caiga. Es una pieza empotrada más, al igual que pueden serlo armarios, microondas, campanas y otros muchos elementos de la casa que solo se sujetan a la pared. Se trata de estructuras diseñadas para soportar potenciales pesos en función de su uso.
También es común pensar que si se estropea la cisterna, es imposible acceder a ella. Se trata de un sanitario nuevo, por lo que no tiene por qué estropearse. Pero si durante su vida útil se da el caso, a través del pulsador se puede acceder a la cisterna.
Los sanitarios suspendidos son ideales para cuartos de baño amplios. Pero también pueden hacer un gran papel en baños con poco espacio. Es cierto que la instalación de la cisterna elimina un pequeño espacio en la pared del sanitario pero el hecho de estar suspendido provoca un efecto visual de ligereza por lo que, aún en un baño pequeño, va a otorgar al espacio sensación de amplitud.