RADIADORES TOALLEROS

¿Qué son los radiadores toalleros? Elige el mejor para tu cuarto de baño. Te explicamos las ventajas de uno de los accesorios más discretos para conseguir comodidad y aumentar tu calidad de vida.

¿Qué son los radiadores toalleros?

Un radiador toallero es un aparato de calefacción que se coloca en el baño. Sirve como calefactor a la misma vez que seca y calienta las toallas.

La potencia es variable para que puedas regularlo en función de la temperatura que quieres. Se fabrican de distintos materiales y cada uno de ellos aporta ciertas propiedades al aparato. Suelen medir alrededor de 50 cm de ancho por 1 m de alto. Aunque, puesto que cada vez están más de moda, existe una gran variedad de modelos que permiten encontrar el diseño perfecto para cada cuarto de aseo.

Pueden ser de inercia líquida o de inercia seca. Los radiadores de inercia líquida tienen en su interior un elemento líquido que se calienta mediante una resistencia. En los de inercia seca el elemento del interior es sólido. Ofrecen una mejor restitución del calor y están compuestos de distintos materiales. La cerámica, la esteatita y la piedra volcánica son los más habituales.

Elige el tipo de radiador toallero que más se adapta a ti

Existen tres tipos de radiadores toalleros. Puedes optar por uno eléctrico, de agua o mixto. Cada uno de ellos tiene unas particularidades y ventajas. Elige el mejor radiador según tus necesidades.

  • Un radiador toallero eléctrico puede ser de inercia líquida o de inercia seca. Tienen una resistencia eléctrica para calentar un elemento sólido o líquido en su interior. De esta forma mantiene la estancia caliente. Este tipo es el más común y el más fácil de instalar, ya que se puede colocar fácilmente en cualquier casa. Algunos están reforzados por un segundo radiador con ventilador para asegurar una expansión más rápida de temperatura por todo el cuarto de baño. Dentro de esta categoría, la mayoría tiene un termostato para regular la temperatura y un sistema de programación.
  • Por otra parte tienes el radiador toallero de agua, que es menos común. Son de inercia líquida y para instalarlo tu casa debe disponer de una caldera que le sirva como fuente de energía. El calor se produce en la caldera y es distribuido hasta el radiador. Necesitan un conducto de entrada del agua caliente y otro de salida. Su potencia depende de los elementos calefactables y viene determinada por el fabricante.
  • Por último está el radiador toallero mixto. Es una combinación de los dos tipos anteriores, de modo que puede funcionar mediante la caldera o de forma independiente. Es económico y práctico, ya que ofrecen los dos sistemas de funcionamiento y puedes elegir el que más te convenga en cada situación.

El material de los radiadores toalleros como factor determinante

Existen varios tipos de radiador en función del material con el que están fabricados. El material de fabricación es un aspecto fundamental a la hora de definir el precio, el diseño, la durabilidad y la resistencia a las temperaturas elevadas.

  • Radiador toallero de fluido caloportador. Están compuestos por tubos transversales redondos por los que circula un fluido líquido agua o aceite que transporta y restituye el calor. El líquido se calienta a través de una resistencia que tiene una potencia variable. Son el aparato más básico dentro del campo de los radiadores toalleros eléctricos.
  • Radiador toallero cerámico. Se componen por tubos transversales planos. Tienen una resistencia también de potencia variable. La cerámica conserva el calor y supone una gran conservación del calor. Por este motivo la producción del calor es más económica en cuanto a energía y por tanto a dinero.
  • Radiador toallero de esteatita. Están formados por tubos transversales planos. También ofrecen una mayor conservación del calor. La resistencia eléctrica está en el interior de los elementos de calefacción.
  • Radiador toallero de piedra volcánica. Generalmente los tubos de este radiador son planos. El material restituye el calor de forma muy duradera al igual que el tipo anterior.
  • Radiador toallero de acero. Son los más comunes. Los tubos transversales son redondos o planos y el acero puede estar cromado.
  • Radiador toallero de aluminio. Los tubos transversales son planos. Este material hace que la temperatura se le ve fácilmente.
  • Radiador toallero de acero inoxidable. Es un material muy duradero e inoxidable. Ayuda a elevar la temperatura rápidamente. Acabado cromado y pertenece a la gama de mayor calidad dentro de los radiadores toalleros.

Consejos para la instalación de tu radiador

Para la instalación de un radiador toallero debes tener en cuenta una serie de factores que te ayudarán a optimizar el rendimiento del calor en la estancia en la que lo vas a colocar.

  • La potencia adecuada. La potencia de los radiadores es variable. Elige la que necesitas en función de la superficie de tu cuarto de baño. Habitualmente se calcula entre 80 y 100 W por metro cuadrado. A la potencia de le añade alrededor de un 30% de margen para la pérdida de calor absorbido por las toallas.

Superficie baño: 3 m² – 10 m²
Potencia radiador: 390 W – 1300 W

  • Ten en cuenta el peso. Por lo general un radiador puede pesar entre 5 y 15 kg. A la hora de elegir el sistema de fijación asegúrate de que aguanta perfectamente el peso del aparato.
  • Respeta el volumen de seguridad. El volumen de seguridad es margen entre la ducha o bañera y la zona de instalación de un aparato eléctrico en el baño. Este margen sirve para evitar accidentes. Los radiadores de agua pueden colocarse sin margen de seguridad mientras que los eléctricos y los mixtos deberán respetar siempre un mínimo de 60 cm alrededor de la bañera y 3 m de alto.

Características y ventajas de los radiadores toalleros

  • Utilidad. Si necesitas calefacción para el cuarto de baño, un radiador toallero es la mejor opción. Además de calentar sirve para tener tus toallas y albornoces siempre secos y calientes.
  • Decoración. Puede servirte para llenar espacios vacíos y aportar coherencia a tu composición. Hay algunos modelos que apuestan por el diseño y pueden ser un detalle interesante para tu cuarto de baño.
  • Ocupan poco espacio. Van anclados a la pared y son bastante planos. Sus dimensiones son reducidas por lo que no te quitarán espacio en el aseo.
  • Mantenimiento. Los radiadores eléctricos tiene una rutina de mantenimiento muy sencilla. Solo tienes que limpiar la superficie con un trapo. Los radiadores de agua, además de la limpieza superficial, necesitan ser purgados como mínimo una vez al año. Este proceso consiste en vaciar el aire que entra en los conductos e impide o dificulta la entrada de agua caliente al circuito interno.
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